top of page

Sospecho que mi hija tiene anorexia, ¿Qué hago?

Una de las características del trastorno es la negación de la enfermedad. Las personas que lo padecen no reconocen tener un problema. El control de la alimentación les proporciona sensación de control y seguridad que defenderán en caso de verse amenazadas. Lo más probable es que reacciones de forma desagradable y agresiva cuando se les habla directamente del trastorno y más si se mencionan las palabras anorexia y bulimia.

En caso de que sospechemos que nuestra hija padece anorexia se recomienda:

miedo ante la tormenta

Observar su conducta de forma muy discreta.

Reforzar y mantener la comunicación con ella desviando el tema de la alimentación. Mejor no hablar nunca de comida, tallas ni pesos.

Interesarse por sus estudios o trabajo, así como por su satisfacción en estas áreas y sus relaciones, evitando la crítica o los consejos autoritarios.

Si se pretende afrontar la situación es aconsejable:

Escoger un momento adecuado, en el que vaya a haber distracciones, interrupciones, que la persona esté tranquila, comunicativa y que no se sienta amenazada o juzgada. Es mejor que sea una o dos personas las que hablen con ella.

No enfocar directamente el tema de la comida, pues provocará un fuerte rechazo.

Dirigir la conversación a cómo se siente ella, cómo está su estado de ánimo, su autoestima y sus proyectos.

Indicar que conductas extrañas hemos observado en ella, evitando que suene como una crítica.

Demostrarla que la apoyaremos y escucharemos

En este momento es mucho más importante lo que la enferma puede contar que los consejos que la demos. Estamos para escuchar, no para hablar sobre qué debe hacer.

Si estáis seguros de que padece Anorexia o bulimia es importante recordar:

CIMG6693

No culpéis a vuestra hija ni os culpéis vosotros.

Tranquilizar a vuestra hija, ofreciéndole apoyo y calma.

No etiquetéis a la chica como “enferma” o “anoréxica”. Sigue siendo la misma, pero con un problema a resolver.

La mejor forma de ofrecer apoyo es implicarse en el tratamiento sin intentar manejarlo. Sin prisas.

Aceptar la situación como una oportunidad para crecer interiormente y aprender nuevas estrategias emocionales y de comunicación.

Es muy bueno darla diferentes opciones de tratamiento para que la afectada pueda elegir al profesional con quien esté más cómoda. Pero a la vez ser firmes en que necesita una terapia.

No la forcéis a dar una respuesta inmediata, darle un plazo de unos días para que lo piense.

Si necesitáis más información o consejo podéis pedir una consulta personal en nuestro email info@esenciadealquimia.es

11 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page