Cuentos para Despertar: El Buscador
“Esta es la historia de un hombre que podría ser definido como buscador. Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda. Un día el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a seguir esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una pequeña valla de madera lustrada. Una portezuela de bronce invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó sus ojos, que eran los de un buscador, sobre una de las piedras, y leyó su inscripción: “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra: era una lápida. Sintió pena al pensar en el niño de tan corta edad enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla: “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.
