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El poder de las creencias

Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes…tienes razón Henry Ford Las creencias son certezas derivadas de aceptar que lo que pensamos es cierto en nuestra mente y sentimos que es verdad también en el corazón. Las creencias se viven como reales, basadas en pruebas o en experiencias personales. Las creencias son una manera de interpretar las experiencias que vivimos para tener unos patrones predecibles, constantes y repetitivos que nos den seguridad. Las creencias nos permiten definir, resumir y categorizar la realidad. Son una manera de “etiquetar” las experiencias. Las creencias simplifican y organizan lo que vemos y por tanto determinan nuestras experiencias


corazón huella

Según Bruce Lipton, los pensamientos o “energía de la mente”, influyen de manera directa en el control del cerebro sobre la fisiología corporal. Los pensamientos pueden activar o inhibir la producción de proteinas en la célula mediante interferencias constructivas o destructivas. Tus creencias actúan como filtros de una cámara, cambiando la forma en la que ves el mundo. Y la biología se va adaptando a esas creencias.

Un ejemplo del poder de las creencias lo vemos en el Efecto placebo o Efecto de Creer :

La palabra “placebo” viene en los Salmos y significa “yo agradaré al señor”. Los placebos son cualquier tratamiento en el que al paciente se le hace creer que está siendo sometido a un procedimiento beneficioso, o recibiendo un fármaco, cuando en realidad se le está administrando algo que no tiene propiedades curativas. Puede ser una pastilla de azúcar, una solución salina o una operación verdadera en la que no se hace nada. Los pacientes que forman parte de los experimentos están de acuerdo en participar, pero desconocen qué papel harán en dicha investigación. Lo importante es que los pacientes crean que se está haciendo algo. Basándose en su confianza del médico y en la medicina, creen que el procedimiento aliviará su dolencia. Ante esta creencia el cuerpo del paciente responde como si verdaderamente hubiera tomado la medicina o se hubiera sometido al procedimiento real.

Con el placebo se consigue embaucar a una persona para que pueda activar su propio poder manifestador al reconectar la relación entre creencia y cuerpo. Con la sugestión positiva la mente consigue mejorar por sí misma la salud. Nacemos con la capacidad natural de crear y modificar nuestros cuerpos y el mundo, pero hemos de creerlo.

La Facultad Médica de Baylor evaluó la eficacia de la cirugía en pacientes con dolores graves y debilitantes de rodilla. El doctor que realizó el estudio creía que en cirugía no existe el efecto placebo, pero quería averiguar qué parte de la cirugía era la que provocaba la mejora de los pacientes, para ello dividió a los pacientes en 3 grupos: a los que les rebajó el cartílago dañado, a los que limpió la articulación de la rodilla, y un tercer grupo que recibió una falsa cirugía, donde se les hacía las mismas 3 incisiones, se hablaba y actuaba en el quirófano como si les estuvieran interviniendo, se tardaban los mismos 40 minutos y se les cosía. Todos recibían los mismos cuidados postoperatorios. Los resultados fueron inesperados: el tercer grupo placebo mejoró tanto como los otros dos!! Incluso podían jugar a baloncesto

William James consideraba que el verdadero poder curativo tiene menos que ver con los procedimientos y más con que los médicos ayudan a los pacientes a sentirse mejor con ellos mismos gracias a su Presencia. En ocasiones la publicidad también ayuda a aumentar los efectos positivos de determinados farmacos o productos alimentarios. Cuánto más se proclama el efecto milagroso de algo, más eficaz se vuelve: Las creencias son contagiosas. Todo es posible en este mundo cuando te convences de ello. Entonces la mente puede obrar milagros

Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cuánto daño hacen las creencias negativas?El Efecto Nocebo

Si las creencias positivas pueden curar una rodilla enferma o quitar los síntomas de una depresión, las creencias negativas pueden deteriorar nuestra salud.

El efecto nocebo es tan poderoso como el efecto placebo. La menos indicación, verbal y no verbal, por parte de un médico o terapeuta de que un tratamiento puede no funcionar, o de que tomando tal alimento pueden ocurrirle algo negativo, puede tener consecuencias devastadoras. Como acompañantes es imprescindible deshacernos de los miedos infundados y las creencias limitadoras (o al menos observarlos )para no transmitirlos al inconsciente de pacientes y clientes.

“No tenemos nada que temer, salvo el miedo mismo” F.D.Roosevelt

¿Y los pensamientos positivos? No son los pensamientos positivos o afirmaciones positivas los que logran la curación física. Pueden ser importantes para nuestro bienestar, pero no son tan potentes como las creencias inconscientes, ya que nuestra mente consciente es sólo un 5% frente al 95% de nuestra mente inconsciente, que es millones de veces más poderosa. La creencia es más que nuestros pensamientos mentales. Un pensamiento simplemente es una imagen en nuestra mente de lo que es posible, o de lo que podría llegar a serlo en cualquier situación. Si no cuenta con la energía del amor o del miedo para alimentarlo nuestro pensamiento se queda simplemente en eso. Para que se convierta en creencia, con poder sobre la realidad, necesita que sintamos en nuestro cuerpo que es verdad. Requiere ciertos pasos que ya os mostraremos en otro post

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